Hoy 18 de enero cumplo 21 años de edad. Recuerdo que el año pasado le decía a un amigo: "Estoy segura de que cuando cumpla 21 todo será distinto y podremos ir a tomar unos tragos juntos en una taberna irlandesa", pensé que para este punto de mi vida yo estaría totalmente curada y que porfn habría dejado atrás a la leucemia, pero ya ven como funciona el mundo. Al principio sentí que había vuelto al punto de partida y que mi vida estaba perdida. Sentí que los valiosos años de mi juventud estaban siendo desperdiciados en una cama de hospital. ¿Por qué yo? ¿Por qué tengo que pasar por esta mierda otra vez? ¿Por qué otras personas pueden vivir una vida normal mientras yo estoy encerrada en un hospital sintiendome del asco? pero como lo he venido repitiendo en la mayoría de mis post, la amargura, la depresión y la negación no solucionan nada. Por más veces que reniegue de mi enfermedad, ella no se va a resentir conmigo y se irá de mi. Así que opté por aceptar que esta es mi vida. Sé que tendré mi final feliz y con esto quiero decir que ya he aceptado cualquiera que este sea. He podido venir acá para buscar una cura a mi enfermedad y si la hallo a esto le llamaré final feliz mas si no la encuentro y mi vida termina así, también será un final feliz porque he vivido una vida plena, rodeada de personas que me aman, además que creo que logrado darle un sentido a mi vida con este blog. He recibido mensajes de personas diciendo que se sienten identificadas conmigo o que su perspectiva sobre la vida ha cambiado gracias a lo que he escrito.
El día casi ha terminado en Roma porque tiene 6 horas más que en Ecuador, y ha sido lindo. Los doctores y los enfermeros han sido muy amables, me han cantado el "Tanti auguri a te" que es la versión italiana del cumpleaños feliz. Mi mamá y Mercedes me han traído una torta con velas solo para tomarnos un par de fotos. En Ecuador mi familia hizo una misa de acción de gracias el día sábado por mi cumpleaños y ayer se han reunido para darme una sorpresa. En lo que pensé que sería una videollamada con mi hermana, terminó siendo una reunión familiar a la distancia. Todos estaban ahí: tíos, tías, primos y primas. Me sentí tan feliz que incluso lloré un poco. Que bello eso de llorar de felicidad.
Mi plan inicial en Roma era pasar mi cumpleaños en el Coliseo Romano, con un cupcake y una cámara, pero al ser ingresada desde el viernes mis planes tuvieron que cambiar. Ya tendré mi momento para ir al coliseo, y para explorar Roma. Antonella es mi compañera de cuarto, una italiana muy dulce que ha empezado su tratamiento contra el linfoma no Hodking que tiene. Estoy agradecida de que ella esté aquí porque así no me siento sola. Aquí no es como en Ecuador, hay un horario de visitas y mi mamá solo puede venir de 12 a 2 PM y de 5 a 7 PM. En mi medio italiano nos comunicamos, trato de darle apoyo y un poco de esperanza para que esté tranquila. No importa donde esté o si tengo a las personas que quiero cerca o lejos, lo importante es que todas ellas se han hecho presentes de alguna u otra forma dandome compañía y apoyo. Por eso puedo decir con una sonrisa "Feliz Cumpleaños a mi" :)